EL TESORO BAJO LA TIERRA
EL TESORO BAJO LA TIERRA
Era un día cualquiera. Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo del arado; mira desconcertado descubriendo que ha desenterrado un tronco llenó de monedas de oro, una inconmensurable fortuna para él. El hombre arrastra el tronco hasta el frente de su rancho y lo entierra profundamente en su jardín.
Por días piensa y piensa: ¿qué hacer con todo eso? Imagina todo lo que podría comprar y decide dejarlo enterrado... Con ese tesoro, cualquier cosa podrá resolverse. Este tronco lleno de monedas de oro, será su seguridad ante el acontecimiento de un imprevisto, una calamidad o una dura temporada.
Tener la seguridad de su tesoro enterrado cambia sustancialmente el carácter de nuestro hombre: de precavido, se transforma en un ser relajado; de gruñón y taciturno, pasa a ser un hombre chispeante y agradable, elimina su temor y su intolerancia y los cambia por confianza, fe y compasión. De hecho, ahora concibe la vida como una experiencia hermosa y feliz, sabiendo que, aunque lleguen cosas duras, podrá hacerles frente.
Toda la vida de este ser da un giro radical para bien suyo, de su familia, amigos y allegados, llegando incluso a transformar el estado de la comarca, pues se va tornando en un hombre esforzado, positivo e influyente, su marco de acción se engrandece sustancialmente. La abundancia sin límites caracteriza ahora su vida. Pero tras muchos años de buen vivir, las últimas horas de este notable y amado hombre llegan. Antes de expirar, nuestro amigo reúne a sus hijos y les revela su increíble y bien guardado secreto. Entonces, tranquilo, muere en paz.
Al día siguiente, muy temprano, sus hijos cavan afanosamente en el lugar indicado, y encuentran el tronco. Pero, para sorpresa de todos, está vacío. Las monedas habían sido robadas por unos aventureros desde hacía más de 10 años.
Reflexión:
¿Cuál es el verdadero tesoro? Observa que no fue el hecho de ser rico lo que dio seguridad y felicidad a nuestro héroe, sino más bien, la idea de que tal riqueza y felicidad existían. Esta historia nos da una perspectiva acerca del poder que tienen nuestros pensamientos. Cuando tengamos la sensación de que somos desgraciados, apartados, olvidados, no merecedores de algo, o decididamente malvados, pensemos si no estamos otorgando un poder especial a nuestros pensamientos. Apresurémonos a dar un giro mental a la situación y desenterremos nuestro tesoro.
Autor Desconocido
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