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CARLOS MARIO GALLO MARTÍNEZ

EL TESORO BAJO LA TIERRA

EL TESORO BAJO LA TIERRA

EL TESORO BAJO LA TIERRA
 
Era un día cualquiera.  Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo del arado; mira desconcertado descubriendo que ha desenterrado un tronco llenó de monedas de oro, una inconmensurable fortuna para él.  El hombre arrastra el tronco hasta el frente de su rancho y lo entierra profundamente en su jardín.
 
Por días piensa y piensa:  ¿qué hacer con todo eso? Imagina todo lo que podría comprar y decide dejarlo enterrado... Con ese tesoro, cualquier cosa podrá resolverse.  Este tronco lleno de monedas de oro, será su seguridad ante el acontecimiento de un imprevisto, una calamidad o una dura temporada.
 
Tener la seguridad de su tesoro enterrado cambia sustancialmente el carácter de nuestro hombre: de precavido, se transforma en un ser relajado; de gruñón y taciturno, pasa a ser un hombre chispeante y agradable, elimina su temor y su intolerancia y los cambia por confianza, fe y compasión. De hecho, ahora concibe la vida como una experiencia hermosa y feliz, sabiendo que, aunque lleguen cosas duras, podrá hacerles frente.
 
Toda la vida de este ser da un giro radical para bien suyo, de su familia, amigos y allegados, llegando incluso a transformar el estado de la comarca, pues se va tornando en un hombre esforzado, positivo e influyente, su marco de acción se engrandece sustancialmente. La abundancia sin límites caracteriza ahora su vida.  Pero tras muchos años de buen vivir, las últimas horas de este notable y amado hombre llegan.  Antes de expirar, nuestro amigo reúne a sus hijos y les revela su increíble y bien guardado secreto. Entonces, tranquilo, muere en paz.
 
Al día siguiente, muy temprano, sus hijos cavan afanosamente en el lugar indicado, y encuentran el tronco.  Pero, para sorpresa de todos, está vacío.  Las monedas habían sido robadas por unos aventureros desde hacía más de 10 años.
 
Reflexión:
 
¿Cuál es el verdadero tesoro?  Observa que no fue el hecho de ser rico lo que dio seguridad y felicidad a nuestro héroe, sino más bien, la idea de que tal riqueza y felicidad existían.  Esta historia nos da una perspectiva acerca del poder que tienen nuestros pensamientos.  Cuando tengamos la sensación de que somos desgraciados, apartados, olvidados, no merecedores de algo, o decididamente malvados, pensemos si no estamos otorgando un poder especial a nuestros pensamientos. Apresurémonos a dar un giro mental a la situación y desenterremos nuestro tesoro.
 
Autor Desconocido

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