DIEZ CLAVES  PARA LA PAZ
   
 Mira a todos con respeto y benevolencia. 
No hables mal  contra nadie, no condenes a ninguna persona, a ningún grupo, a ningún pueblo, a  ninguna institución. 
Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras  del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para  comenzar una vida nueva cada día.
Desea simplemente  la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el gozo de la fraternidad y  del servicio. 
Trata de  simplificar los problemas en vez de agrandarlos; no acumules las sombras, busca  en todo los resquicios de luz y los caminos de la esperanza. 
Ten el valor de  negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, apártate de los que enseñan  y practican el odio, la venganza, el amedrentamiento y la violencia. 
Crea en torno a ti  sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de convivencia, de misericordia y  de consuelo.
Apoya a los que  trabajan sinceramente por la paz, en la verdad, libertad y justicia. 
Dedica algún  tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad, esperanza y  generosidad. 
Pide a Dios que te  dé el espíritu de la sabiduría de la bondad, de la fortaleza y de la generosidad  para ser instrumento de su bondad y de su amor en un mundo renovado donde todos  podamos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la  fraternidad. 
 
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