De ser tan fuerte, que nada ni nadie pueda perturbar la paz de tu espíritu. De hablar de salud, progreso y felicidad a todos los que encuentres. De hacer sentir a tus amigos que hay algo grande dentro de ellos. De ver todo por el lado noble y hermoso, haciendo que tu optimismo sea sincero. De pensar sólo lo mejor y esperar sólo lo mejor. De tener tanto entusiasmo por el éxito de los demás, como por el tuyo propio. De olvidar los errores del pasado y luchar por las grandes realizaciones del porvenir. De llevar todo el tiempo un semblante alegre y tener siempre una sonrisa para todos. De emplear tanto tiempo en tu mejoramiento que no tengas lugar para criticar a los demás. De ser tan grande para la pena, tan noble para la cólera, tan fuerte para el miedo, que tu felicidad no tema la presencia del dolor.
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