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CARLOS MARIO GALLO MARTÍNEZ

LA RUEDA INCOMPLETA

LA RUEDA INCOMPLETA

LA RUEDA INCOMPLETA

 
Había una vez una rueda a la que le faltaba un pedazo. La rueda quería estar completa, sin que le faltara nada, así que fue a buscar el pedazo que le faltaba, pero como estaba incompleta y solo podía rodar muy despacio tuvo tiempo para ver las flores, los árboles y disfrutar los rayos del sol, encontró muchos pedazos en el camino, pero ninguno le quedaba, así que siguió su camino. Un día encontró un pedazo que le quedaba perfectamente, entonces se puso muy contenta pues ya estaba completa, ya no le faltaba nada y empezó a rodar con mucha rapidez. Tan rápidamente que no veía las flores ni los árboles ni disfrutaba los rayos del sol.
 
Cuando se dio cuenta de lo diferente que era el mundo al rodar tan deprisa se detuvo, dejo en la orilla del camino el pedazo que había encontrado y se fue rodando lentamente.
 
Cuando aceptamos que la imperfección es parte de nosotros mismos y seguimos rodando por la vida sin renunciar a disfrutarla, habremos alcanzado una integridad a la que otros solo aspiran. El Señor no nos pide que seamos perfectos, ni que nunca cometamos errores, sino que seamos íntegros.  Si tenemos suficiente valor para amar, compasión para perdonar, generosidad para alegrarnos con la felicidad de los demás y sabiduría para reconocer que hay amor de sobra para todo el mundo, entonces estaremos completos, aunque nos falte un pedazo.

Autor Desconocido

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