Blogia
CARLOS MARIO GALLO MARTÍNEZ

VALORES HUMANOS

VALORES HUMANOS

VALORES HUMANOS
 
"La calidad moral que mueve a hacer las buenas acciones con convencimiento y firmeza en el arte de vivir".  Está perfectamente comprobado que los niños que han recibido en su hogar y en la escuela una buena educación en los valores y virtudes humanas, tienen las mejores puntuaciones en autocontrol, comportamiento y cooperación que los que no han recibido esa educación. Los padres que tienen hijos que se portan mal, en casa y en la escuela, suelen estar más alejados de las prácticas religiosas, el hábito de las virtudes y el ejercicio de los valores.

Hay 10 valores humanos que los padres deben enseñar a sus hijos, para que tengan éxito en la vida:

    Amistad
    Autodisciplina
    Compasión
    Coraje
    Fe
    Honestidad
    Lealtad
    Perseverancia
    Responsabilidad
    Trabajo

Están puestos por orden alfabético, pero cada padre o madre, puede ponerlos en orden a su preferencia.
 
Razones del porqué educar en valores:

Si los padres practican con el ejemplo y enseñan a sus hijos los valores y las virtudes religiosas y humanas, como la cultura moral de lo que se supone que tiene que ser el mundo, están contribuyendo a crear unos hábitos en los hijos que trascienden a todas sus actividades, escolares, sociales, familiares y políticas.

Las organizaciones religiosas, siempre apoyan a los padres, mejoran sus habilidades y los niños ven que los mensajes de los progenitores, son reforzados por otros adultos, además de que las comunidades religiosas, aportan al ser padre una significación sagrada.  Se entiende por religión, la que practican los padres, bien sean católicos, protestantes, judíos, musulmanes, etc.

1. Amistad

La amistad es algo más que un afecto, es amor.  Es una perspectiva moral.  La amistad tiene sus exigencias: franqueza, apertura, capacidad de aceptar críticas y halagos, lealtad, sacrificio, etc.  Suele surgir de intereses y metas comunes.  Un amigo es mucho más que un conocido.  Se requiere mucho tiempo y esfuerzo para establecerla y gran trabajo para mantenerla.  Los padres no son amigos, los padres son padres por encima de todo y de una forma muy superior.  A un amigo lo pueden rechazar, a un padre no. 

Forma de practicarla

Todos los padres saben que para los hijos es fundamental la elección de amigos, pues eso les indicarán el rumbo que van a seguir en la vida.  Los buenos amigos elevan nuestro desarrollo moral e intelectual y los malos amigos lo disminuyen y en ocasiones lo destruyen.  Los padres deben enseñar a los hijos, a reconocer las falsas amistades y a que comprendan en que son nocivas para ellos.  También los padres deben dar ejemplo con sus propias amistades, con las que se relacionan.  Una actividad de maduración profunda para un joven, puede ser el iniciar amistad con otro alumno que no tiene amigos, porque es nuevo o porque es menos afortunado en los estudios o en la sociedad.

El aspecto más activo de la amistad se refleja en estas frases: “Para tener un amigo, sé un amigo” y “Los amigos no permiten que sus amigos, conduzcan ebrios”

Algunas circunstancias donde se ven claramente la fuerza e intensidad de la amistad: Los amigos que permanecen unidos en la adversidad.  Los amigos que dan más de lo que esperan recibir.  Los amigos que para mejorar, se inducen mutuamente. Los pequeños actos, grandes sacrificios o acciones heroicas, realizadas por amistad.

2. Autodisciplina

Quiere decir, discípulo de uno mismo.  Es imprescindible para mantener el control sobre nuestra vida y desarrollo.  Con ella conseguiremos la formación de hábitos mediante la puesta en práctica.  Podremos plantearnos desafíos que nos permitan obtener los logros propuestos.  Nos ayuda a tener orden y rigor en nuestras cosas.

Forma de practicarla

Es indispensable para poder conseguir los objetivos propuestos en la escuela o en la casa.  Servirá para hacer la tarea sin dilaciones ni excusas.  También para cumplir los horarios de llegada a la escuela y de empezar y terminar las tareas.  Para distribuir el tiempo dedicado a los estudios, deportes, asueto, televisión, juegos, lecturas, etc.   Podrán ponerse desafíos y hacer programas con tiempos, objetivos y controles parciales.  Irán viendo los resultados y apreciarán los avances. Los alumnos que tienen diseñado un programa de horarios para sus actividades, tienen muchísimas más posibilidades de obtener mejores resultados en sus estudios.

3. Compasión

Es un valor que tiene en cuenta la realidad de otras personas.  Es bondad, benevolencia, amistad.  Es una actitud hacia la camaradería, la unión y el compañerismo en los momentos difíciles.  Auxiliar al que está en desgracia.  Modera el egoísmo virulento del individuo.  Lo contrario es lo divisorio: racismo, sexismo, chovinismo, el pecado de omisión, etc.

Forma de practicarla

Si se ha acostumbrado a los hijos a distinguir con claridad entre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, encontrarán muy sencillo aplicarla ante situaciones que diariamente se le presentan con sus compañeros de clase.  Siempre habrá un momento, donde podrán ayudar a alguien con tareas que el otro no puede hacer.  De esta manera, reforzaran sus propios conocimientos y dejan un buen sabor de boca en quien ha sido ayudado.  Normalmente las obras buenas, se esparcen rápidamente y siempre la ayuda realizada se recibe devuelta, multiplicada por mil. Lo que crea un flujo y reflujo de ayuda, que beneficia escolarmente, a todos los que practican el valor de la compasión.
 
Enseñar a practicar la compasión, elimina el grave problema de la discriminación por razas, sexos, economías, religiones, etc. Por eso los hijos educados en la compasión, se pueden desenvolver en todos los ambientes, pudiendo sacar buen provecho de situaciones, donde otros no pueden entender el convivir.

4. Coraje

El coraje consiste en saber qué es lo que se debe temer.  Lo contrario del coraje es la temeridad, que algunos la confunden con la falta de miedo.  El coraje en las personas bien formadas, sale a relucir frente a las injusticias.  Realizando actos de valentía, nos volvemos valientes y cuanto más valientes somos, más capacidad de resistencia poseeremos.  La razón sirve para actuar con inteligencia, ante situaciones desafiantes.

Forma de practicarla

Los padres deben fomentar también este valor, pues ayudará a los hijos a sacar fuerzas de las flaquezas.  Les enseñará a luchar fuerte, en lo que consideran retos de estudios, trabajos o relaciones.  Habrá cosas que las hagan en función de un reto, que ellos mismos se propongan.  Dominarán el miedo al ridículo, serán valientes en defensa de los demás, incluso hablando por los que no tienen voz.  Los padres también deberán enseñar a los hijos a acompañar a otros que estén en circunstancias difíciles.  Esto permitirá que los jóvenes adquieran coraje y aprendan a manejar su confianza y su temores, aprendiendo también a distinguir que es lo correcto, incluso dominando su voluntad.

5. Fe

Es la virtud teológica que añade una dimensión trascendente a la vida moral de la humanidad y une a la gente, de una manera inimitable por otros medios.  Para los fieles de cualquier credo religioso, es una fuente de disciplina, poder y sentido de la vida.  Las grandes regiones, ofrecen anclas sólidas para los que andan a la deriva, pues ofrecen estabilidad social y desarrollo moral, tanto al individuo como al grupo.  La fe proporciona a quienes la practican: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fidelidad, afabilidad y disciplina.

Forma de practicarla

Los padres deben inculcar a sus hijos, desde pequeños, los principios de la fe, para que estén preparados para que cuando llegue la edad del raciocinio, puedan distinguir lo bueno y lo malo de lo que externamente les ofrecen.  De pequeños es posible que no comprendan todo lo que les dicen, pero si no tienen una sólida formación en la fe, no podrán elegir libremente, lo mejor para sus vidas y caerán en manos, de los que sistemáticamente, se dedican a engañar a los jóvenes menos formados.

Los principios de la fe adquiridos desde pequeños, son inamovibles durante el paso de los años y continuamente salen a relucir, incluso en los difíciles momentos de incertidumbre, próximos a la desesperación.  La fe conduce a la práctica de las otras virtudes, tan necearías para la formación de los jóvenes, por eso los padres tienen la obligación de enseñar con el ejemplo, practicando su fe públicamente.  Cuando todo falla, la fe es el asa donde los padres pueden agarrarse, para la educación de sus hijos, pues la fe conserva su firme arraigo en el amor y en la vida.

6. Honestidad
 
Es la capacidad de decir y hacer la verdad.  La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, pero necesita práctica y estudio para conseguir la integridad.  La mentira es una fácil herramienta de ocultamiento y cuando se emplea a menudo degenera en un vicio maligno.  Es imprescindible para las relaciones humanas, para la amistad y para la autentica vida comunitaria.  El engaño produce mucho más daño, que las dificultades que acompañaban a la honestidad.

Forma de practicarla
 
Los padres deben enseñar con su propio ejemplo todas las variantes de la honestidad, incluyendo la del trabajo bien hecho.  Deben tomarla en serio y practicarla diariamente, para que se afinque en la mente de los jóvenes.  Es una de las virtudes más difíciles de mantener en la escuela, pero cuando se practica con asiduidad, deja una fama imperecedera. Inculcar la virtud de la honestidad, supone que debe dejar de existir el juego con la sociedad de “píllame si puedes”.   Los padres deben enseñar que “no es lo mismo ser honesto, que parecer honesto”.  A la larga la honestidad es rentable para todos los humanos, aunque cueste sacrificio no dejarse llevar por determinadas malas costumbres. Copiar o hacer trampas en los exámenes, es engañarse uno mismo y a la larga o a la corta no se obtiene nada más que perjuicios.  La honestidad de un joven con su ejemplo, enciende más honestidad en sus compañeros.
 
7. Lealtad
 
La lealtad es la verdadera unión con la familia, religión, amigos, profesores y grupos con los que hemos decidido identificarnos. Siempre intentaremos que la lealtad sea mutua. La verdadera lealtad sobrevive a los contratiempos, resiste a la tentación y no se acobarda ante los ataques.  La lealtad es diferente de la amistad, aunque algunas veces van de la mano.  Las lealtades conflictivas, pueden imponer decisiones desagradables, pero analizándolas inteligentemente, se pueden poner en sus justos términos, pues no siempre las lealtades son antagónicas.
 
Forma de practicarla
 
Los padres tienen que enseñar y dialogar con los hijos, sobre cuáles son las verdaderas lealtades que los hijos deben tener, aclarándoles las prioridades, compatibilidades e incompatibilidades, con la formación que se ha adquirido y el estilo de vida que se quiere llevar.  Ser leales a las buenas causas es un signo de Gran humanidad.  La lealtad mal entendida es lo que esclaviza a muchos jóvenes, en su pertenecía a las pandillas.  En las pandillas se entra bastante fácil, pero cuando se entra, ya no se puede salir.

Es fundamental enseñar con el ejemplo, a ser leales a los principios educativos, religiosos, sociales y cívicos.  También a los ancestros familiares, a los amigos cuando tienen problemas, a las buenas causas, etc.  Será una enseñanza que deberá aplicarse durante la vida escolar y que perdurará para toda la vida.  Alguien siempre está esperando que le seamos leales.
 
8. Perseverancia
 
La perseverancia es crucial para el éxito, si está unida a la inteligencia práctica.  Ha sido siempre un ingrediente esencial para el progreso humano.  La asiduidad y la persistencia son irresistibles, para aguardar la oportunidad. Perseverancia es: resistir, tenacidad, constancia, tesón, insistir, etc. Lo contrario es el abandono, los titubeos y la falta de determinación.

Forma de practicarla
 
Los padres, por medio del ejemplo, deben alentar a los hijos a perseverar, insistiendo en el esfuerzo de perfeccionarse a sí mismos, de mejorar su propia suerte e intentar mejorar la suerte ajena.  Unida a las otras virtudes, la perseverancia, no tiene límites para intentar una y otra vez seguir realizando los esfuerzos necesarios para obtener los objetivos que nos hayamos propuesto. La perseverancia es la fuerza que hace que no abandonemos retos propuestos, incluso en los momentos más difíciles, e intentar una y otra vez hasta conseguir los objetivos.  Esta actitud supondrá ante otros jóvenes el deseo de emulación y la virtud se multiplicará, cuando otros vean los esfuerzos realizados y los logros conseguidos.  Los entrenamientos para los deportistas pueden ser aburridos, pero perseverando en ellos, es la única manera de lograr los triunfos.  El repaso continuo de las lecciones más difíciles y aburridas, supondrá un buen ejemplo de la perseverancia.  El ahorro sistemático de dinero, aunque sea poco, es otra forma de practicar la perseverancia.
 
9. Responsabilidad
 
Significa tener la capacidad, madurez y responsabilidad de responder de nuestros actos. Las personas maduras, son las que se hacen cargo de sí mismas y de sus conductas. Lo contrario son las excusas, la falta de compromiso y eludir las obligaciones. Es necesario la práctica y el ejemplo, para cultivar la responsabilidad de forma clara, coherente y acorde con las aptitudes de los hijos. No debemos avergonzarnos, cuando nos invitan a participar en actos de manifiesta responsabilidad.

Forma de practicarla
 
Educar a los hijos en la responsabilidad empieza, desde muy pequeños en la casa, con el cumplimiento de pequeñas tareas.  Si con el ejemplo y la práctica continua de los padres, se consigue introducir esta virtud en el comportamiento diario de los hijos, cuando lleguen a la escuela tienen andado ya un camino muy importante, pues responderán ante sus maestros, padres y compañeros con firmeza, ante las obligaciones contraídas en el desempeño de sus obligaciones. Serán responsables de sus horarios, tareas encomendadas, calidad exigida, actitud ante los demás, utilización de materiales propios y ajenos, voluntariados prometidos, aseo necesario, indumentaria, dinero para administrar, etc. La responsabilidad conlleva implícita la satisfacción del deber cumplido ante la comunidad, la familia y ante sí mismo.

10. Trabajo
 
El trabajo es el esfuerzo aplicado, en aquello a lo cual nos dedicamos para lograr algo.  No es la tarea con la cual nos ganamos la vida, sino aquello que hacemos con nuestra vida.  Lo opuesto al trabajo, no es el ocio ni la diversión, es la pereza, el hecho de no invertir en nuestras aptitudes.  Las tareas escolares, las que hacen en el hogar y las realizadas en equipo, son trabajos no remunerados, se hacen porque son necesarios.  La antítesis del trabajo bien hecho, es el hacer las tareas para cumplir, no para aprender.
 
Forma de practicarla
 
Para ayudar a nuestros hijos a que sean felices y que disfruten de la vida, necesitamos ofrecerles dos cosas: la práctica en hacer varias cosas que requieran un nivel de esfuerzo y compromiso, compatible con cierta inversión personal en la actividad y el ejemplo de nuestra propia vida.  Hay que ayudarles a que encuentren una vocación profesional y que disfruten de ella.  El hábito del trabajo se debe fomentar desde muy pequeños, en las tareas personales y de la casa. El aseo personal, la ayuda en la cocina, arreglar las camas, hacer mandados, etc.  Todas las tareas domesticas, requieren aprendizaje y se puede hacer alegremente y con orgullo, o a regañadientes y a disgusto.  No hay tareas indignas, sólo actitudes indignas.  El trabajo está íntimamente asociado, con la mayoría de las otras virtudes, por eso forman un conjunto inseparable.  Fomentar en los hijos el concepto del trabajo bien hecho y a tiempo, será un paso muy importante para su formación escolar y profesional.  Las empresas y los profesores, enseguida distinguen quiénes han sido bien educados en sus años jóvenes en la virtud del trabajo.
 
A partir de esta virtud, nacen los conceptos del voluntariado gratuito, bien en la escuela o en la sociedad.  Fomentarlo es ayudar a que practiquen de niños, lo que el día de mañana, podrá ser una experiencia que le servirá para distinguirse de los demás.
 
Tomado de: Escuela para Padres
www.micumbre.com
 

0 comentarios