EL MAESTRO
EL MAESTRO
El Maestro se reunió con su discípulo preferido y le preguntó cómo iba su progreso espiritual:
- El discípulo respondió que había conseguido dedicar a Dios todos los momentos del día.
Entonces, dijo el Maestro:
- Sólo falta que perdones a tus enemigos.
El discípulo se volvió, sorprendido:
- ¡Pero no es necesario! ¡No siento rabia hacia mis enemigos!
El Maestro preguntó:
- ¿Crees que Dios siente rabia hacia ti?
El discípulo respondió:
- ¡Claro que no!
El Maestro le contestó:
- Pero aun así pides Su perdón, ¿no es verdad? Haz lo mismo por tus enemigos, aunque no sientas odio hacia ellos. Quien perdona, lava y perfuma su propio corazón.
Paulo Coelho
Tomado de su libro: "Maktub"
0 comentarios