CONSEJOS DE LOS INDÍGENAS NORTEAMERICANOS
Levántate con el sol para orar. Ora solo, ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.
Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.
Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.
Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.
No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. Si no fue dado ni ganado, no es tuyo.
Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.
Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.
Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.
Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
Los malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.
La naturaleza no es para nosotros. Es parte de nosotros, de tu familia y del mundo.
Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.
Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.
Sé veraz todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.
Consérvate balanceado. Tu persona mental, tu persona espiritual, tu persona emocional, y tu persona física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables.
Toma decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.
Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.
Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.
Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.
Comparte tu buena fortuna con los demás. Sé caritativo.
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